Por las calles de París,
se cuenta una historia sobre dos chicos.
Él la amaba,
la amaba de una forma tan pura y sincera.
La amaba en todo su esplendor.
La amaba triste,
enojada,
celosa,
feliz,
emocionada.
La amaba en todos sus estados.
Amaba su pelo, sus ojos, su cuerpo
y por sobre todas las cosas,
su alma.
Pero lo extraño
era que a pesar de todo eso,
ella no entendía ese amor.
¿Por qué alguien la amaría así?
Él le daba todo.
Él amaba cada parte de ella,
la amaba con demonios,
y sin ellos.
Amarla era algo tan simple
y tan complejo a la vez.
Una montaña rusa de emociones.
Un amor,
de esos de cuentos.